BCCPAM0001198-3-1300000000000

- 167 mundo conmucho desprecio de él, y como si fuera de él viviese; para que imitandoles nosotros vivamos tambien en el mundo, aborreciendo, y desprecian- do sus bienes, comodidades, y consue- los; levantando nuestro corazon al Cie- lo y viviendo en la. tierra como sino vi- viesemos , y esta es nuestra felicidad ver- dadera; pues solamente es feliz, y di- choso verdadero, (dice el mismo San- to ) el que ayudado de la «gracia del Se- or desprecia al mundo seco y estéril; aunque con aspecto florido, y enga- ñosamente agradable se «presenta;. feliz vuelvo. á repetir aquel que tiene horror á sus cariños, y huye de sus amistades, co- mo de peste, y persevera en este gene- roso propósito hasta la muerte en él... Lo demas como el dia primero, 13 e EY

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz