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—— : 127 1 :¿MLERCOLES. y Tide DEL DOMINGO TERCERO +. DE ADVIENTO. i | Por la dalsate: : [MEDITACION PRIMERA. iii) - Dindia que como nunca' se habia; oido semejante salutacion , no podia de= jar de turbarse la humilde Virgen. Le: dijo. el Angel que estaba llena: de gra- cia; que el Señor era con ella, y que estaba bendita subre todas las mugeres: estas prerogativas no pudo oir la hu« milde «Niña sin rubor, y turbacion, «por: que. los verdaderos humildes, dicen los Santos Padres, uo oyen sus alabanzas y honores, sin: sentir grande dolor, tur- bacion, rubor, y verguenza: conocien= do el Angel la santa turbacion, y te-. mor de la Virgen la dijo:: No temas, María, porque has hallado gracia déz lante de Dios: que fué decirla que ha=, bia de concebir. al. Autor de toda: la; gracia, que no tenia que temer enemi=>