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95 dencion nos ganó. Por que para esto no basta, que Nuestro Redentor haya satisfecho por nosotros, y que hay a ofre= cido para ello el precio infinito de su sangre, ni basta que haya aplacado la ira de su padre, y nos haya reconcilia- do con él, ni que se haya mudado ta severidad de la justicia, en misericordia, ni que la haya ganado de su parie to- dos los medios necesarios para nuestra salvacion: sino que es preciso que la satisfaccion que dió el Señor por noso- tros se nos aplique, y que el precio, va- lor, y eficacia de su pasion, y todos los demas medios de nuestra redencion se nos comuniquen: y esta comunica- cion, y aplicacion se hace á los que ca- recen de razon por medio del Sacra- mento del Bautismo, y á los que tienen perfecto uso de razon, por medio de los Sacramentos, y de la imitacion de Jesucristo Nuestro Señor trabajando sin cesar hasta la muerte en el camino de la virtud, conservando siempre nuestra alma en gracia de Dios. La redencion hecha por Jesucristo es una fuente eterna y abundantísima, de dones, y gracias celestiales, y de infinita eficacia que nun- ca se acaba; pero es preciso que de.nues- Dos apodo A o RN AA MOE a o