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77 aguarda, siendo constantes hasta el mo- mento de la muerte: mas al que sigue los caminos del mundo cuan al contra- rio le sucede, Por que en la corporal anchura, y del profano acompañamien- to de los hombres viciosos se hallan los desconsuelos, la desolación, y tristeza que trae consigo el pecado, la muerte del alma, y en fin su eterna condena- cion si muere sin arrepentirse. Esta fué la razon porque dijo el Espiritu San- to en los Proverbios, que el camino que siguen los descuidados era como cerca ó vallado de espinas: pero el de los Jus- tos estaba libre de riesgos, y sin pe- ligros de molestias. Mi Señor Jesucris- to Vos habeis hecho cuanto está de vues- tra parte para mi salvacion; no me de- sampareis en los caminos tan peligrosos de este mundo, no permitais que yo me “separe de Vos, encended mi corazon en el fuego: de vnestro divino amor,: Lo demas como el día primero,