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= : . ° . a 4 &p a tratamos, ceieesaisiowns de San sAto- nasio, quien hablé con :la Inismaenergia cuando los arrianos, atacaban: la divinidad de. Jesucristo , .como cuando tenia que Balen arss de Jas. salymnias que le- vantaban contra él.. _ En ocasion, tan solemne . y tan. oportuna,.no. estra~ leis que os digamos algo sobre la conducta que hemos de tener los ministros de Digs respecto de las cosas mun- danas, de esas, sobre todo, que'se laman politicas, y con. relacion @ los principes.y sus delegados. Desde lue- go, nosotros los, ministros de Dios, somos una porcion muy selecta en.la sociedad, pues-hemos sido separados por Dios mismo de los mundanos y de sus negocios. La esfera, de nuestras operaciones no es.la politica, sino el santuario 4 donde nos ha llamado.el Sefior para que nos santifiquemos en su servicio, -y en la conversion de las almas que fueren. encomendadas 4 nuestra vigilan— cia. Por consiguiente, somos los que mas Trespeto hemos de tener 4 la autoridad constituida, no cayendo jamas | _en la tentacion de resistirle en cuanto ordena para el | bien de los buenos y para castigo de los malos: mucho menos debemos tomar parte en esos conatos de rebelion, _ que abundan tanto hoy dia.entre los hombres, por ha~ berse estos emancipado de las doctrinas salvadoras del Evangelio. Los que se levantan contra la autoridad 6 la resisten, como dice San. Pablo, ellos mismos se con- erian al suplicio (1). El sacerdote no debe ignorar la politica que Jesucristo nos ensefia, que consiste en obe- decer con. santa humildad y en mandar con arreglo a iusticia: y esta es la verdadera politica basada en la humildad, que ensalza y ennoblece 4 quien obedece, y enaltece al que se ve en la precision de mandar 4 los otros. : (1) Rom.,, cap. xin, vers. 2. | ia
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