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— Jos Apéstoles nos manda evitar, cuando dice: Nadie de vosotros padlesca por ‘ladron 6 envidioso de las: cosas ajenas (1). Pero mi conciencia hablaba mejor que Tas delaciones, y’me decia que el padecer por ese motivo sin haber dado causa, era padecer como Obispo, que es padecer como ‘cristiano , glorificando 4 Dios en ‘este nombre RB) 0! ine &l i 4 ECB) V. Demasiado tiempo os voy entreteniendo , mis amados hermanos 6 hijos en el Seflor, refiriéndoos co- sas pasadas: pero toleradme que os Hable tan larga- mente: Hay tiempo de callary tiempo de hablar, dice el Espiritu Santo (3); y si, porque asi nos lo sugeria nuestra conciencia’, hemos cerrado hasta hoy nuestros labios, al verosipor primera vez despues de ocurrencias tan peregrinas, nos obliga esa misma conciéncia& ha- Dlar'de lo que: hasta: hoy hemos callado. Antes podia haber peligro en hablar, y hoy lo podia haber en callar: pues dice Sari Hilario que tan malo puede ser él callar- se'siempre, como el hablar fuera de tiempo (4). Habla— mos, por tanto, porque es causa de Dios, no nuestra, la OUI LUGO BOL Ob. AR ehs , Cap, lV, ver: anid: ad sin decir que lo qu ue on a an sen la Anétion otros Obispos, pero muy em especial 4 1 nos pa mos, en punto i vireudes aloren fede Tat Be suttin. ‘Toribiode Lima por haber sido el defensor accerisbo. ah derecho ee la libertad e la Iglesia fue guerra hecha 4 un ornro hubo Virey que hasta le prohibié poner sus armas episcopales en el Seminario que habia leaned lo que motiy6 grandes cuestiones y a. , , Oy _ aun apelacion 4 la Coron ubo acusadores que dijeron que se habia -apoderado (6 incautado, como ahora:se dice) de bienes eclesidsticos que no eran suyos: entre tanto, el Santo Arzobispo habia gastado trescientos mil pesos fuertes de sus rentas en dar limosnas y en levan- tar templos 6 repararlos, La guerra que fi 208 ha hecho es’ guerra hecha 4 un pecador; pero jbendito sea Dios! el Santo y el. pecan or| ecen siquiera en algo. Acerca de medio millon dé pesos asciende o que se ha gastado en mis cinco primeros afios de episcopado en levantar templos y en ayudar al pueblo en las grandes calamidades, Con cuanto hemos contribuido, no lo sabemos, porque jam4s hemos ‘Mevado cuenta corriente de lo'que damos para Dios y para los oobres. (3) Eccles., cap. ui, vers. 7. (4) Lib. contr. Constant. © /

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