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305 de #1 Siglono quieren representacion nacional, ni fran- quicias, ni libertad politica: esto no es mas que un pala- dium para refugiarse, una bandera blanca para engafiar, un cebo con que atraer; pero el veneno esta mas en lo profundo, y sus tendencias son las deno ver lamano que lesdaesas franquicias, las de notener 4 su vista d los que ni un solo momento , segun sus ideas fanatico-politicas, dejaron de contrarestar sus adelantos, y las de levan- tar el gran edificio, cuyos cimientos indestructidles han echado, mal que les pese & los enemigos encar- nizados del progreso, como afirman tambien ellos, y por fin las de ver realizado su porvenir, que esperan. Estas son las verdaderas ideas y tendencias de los doctrinarios politicos de #7 Siglo, por cuya realizacion me atrevo 4 afirmar que sus autores suspiran. ;Y des- graciado de este pais, si esas ideas han echado ya ci- mientos indestructibles, como blasona H/ Siglo! Porque bien sabe V. H. que las ideas en este particular son tan activas y de tanta pujanza, que al fin hacen explosion como el fuego del volcan encerrado en las entrafias de la tierra antes de abrir el crater, contra cuya fuerza no han valido las mas altas moles de pefiascos; y tampoco valen nada contra esas ideas, cuando llega el momento de su realizacion, ni los generales bizarros, ni los ejércitos aguerridos, ni las fortalezas mas erizadas de casamatas y de bocas de fuego, como la historia nos lo ensefia y son testigos de ello Santo Domingo con un Leclere y quince mil soldados muertos; Venezuela con un Muri- llo y susveinte mil; Méjico con Barradas y sus trein- ta mil, cuyos esfuerzos patridticos se vieron sin resulta- do ante el fanatismo politico de aquellos, en cuyos cora- zones estuvo oculta mucho tiempo antes la idea de su porvenir. Todo esto me ha movido 4 tomar la pluma y diri- girme 4 V, E., diciéndole con claridad lo que siento en 20