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ciéndolos inferiores 4 los fildsofos alemanes; despues de insinuar el panteismo como creencia que él adopta (aun- que hace esto con gran mafia); despues de hablar cla- ramente de la gran 1pEa que da 4 todo ser, y aun a Dios mismo, la existencia real y positiva, segun ensefia la filosofia de Kant, Fichte, Hegel; y otros; despues de atribuirla toda la virtud y fuerzas necesarias para que la verdad refleje en ella, concluye diciendo que a. im- perfecta y parcial manifestacion de esta Ba ha dado a las relaciones humanas toda su fuerza y toda su lus, siendo su mas hermoso rer.xso el que ha brillado diez y nueve siglos con el NOMBRE de CRISTIANISMO, y gue Schelling, Fichte, Hegel, y otros como ellos, deben ser objeto de nuestra veneracion, entre los mas puros, y sabios, y santos, de nuestra especie. No puede ocultarse 4 la alta penetracion de V. E. que todo esto es panteismo puro, ensefiado con toda la delicadeza de que es susceptible la refinadisima ciencia que desgraciadamente adorna 4 los redactores de ese diario, y tomado en la parte mas espiritual que tiene para llegar 4 persuadir al hombre que es su razon la unica divinidad que vale algo, y que ha de crecer tanto — con el reflejo de esa Idea, que al fin ha de dejar muy atras al mismo Jesucristo, como ya lo han ensefiado Fourrier, los sansimonianos , Proudhon y otros disefpu- los deesa infausta escuela alemana. Y querer ensefiar todo esto en un diario, es atacar directamente y con des- caro el dogma fundamental de nuestra santa Religion, que es la unidad de Dios; pues si Dios ha de ser la gran Idea de El Siglo, mas valiera decir que no habia Dios, que no admitir uno formado por el Yo del hombre, del hombre miserable, que no es mas que polvo y ceniza. Despues de este articulo, que ataca directamente nuestras instituciones religiosas, viene otro que con una notable habilidad, digna de emplearse por cierto en