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nados y coagnados de la real familia, deben formar en primera linea para la defensa del Trono, como ba— luartes morales de gran consistencia. Estas consideraciones, y otras mas que pudiera ha- cer presentes 4 V. E., y que no dudo tendré que mani- festar mas tarde al Gobierno de S..M., son las que me impulsan hoy 4 dirigirme 4 V. E. para ponerle de ma- nifiesto el estado de algunas cosas de este pais, 4 fin de que cuanto antes se aplique el remedio, pues de otro. modo, 6 yo me engaiio mucho, 6 caminamos 4 una época triste. _ Desde que llegué 4 esta mi didcesis, empecé & ad- vertir que habia aqui un mal que antes no existia, y es la libertad que se ha dado 4 los diarios, de discutir en sus columnas periddicas sobre politica y administracion econémica. Y llamo 4 esa libertad absolutamente un mal, porque, aparte el discutir, si en general la libertad de la prensa trae mas bienes que males, 6 viceversa; en este pais es indisputable que, lejos de ser eso util, nial Gobierno ni al pueblo, es tan perjudicial al primero y al segundo, que pueden, uno y otro, irse abriendo poco 4 poco, el primero la fosa, y el segundo la red inextri— cable de desgracias y desventuras, mas dignas de llo- rarse que de referirse. Y en efecto: hay ya una idea latente que esta mi- nando nuestra existencia politica en este pais, la cual se trasluce al traves de los escritos de algun diario: y las operaciones mismas de sus empresarios manifiestan que, no solo tienen esta idea, sino que se han consti- tuido propagandistas de ella; y en prueba de ello, baste decir que este diario, que es de ayer como quien dice, goza@ gran prosperidad literaria, y que no teniendo mas que unos cuatro mil suscritores, segun se me ha infor— mado, reparte cada dia seis mil nimeros, cosa de suyo muy elocuente. Este diario es H/ Siglo. 4 VR: ; ; ‘ a * nS 4 4 a oe is ; a a3 2 oe a8 + re ‘J ie 3 Re eid 3 ¢ Pea Rhee bis Rise ee Re pt ee dae” Sone 1G ea te ot.