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272 Bien sabe V. E. que el Obispo es el administrador de los misterios de Dios, como dice San Pablo, y que ha sido puesto por el Espiritu Santo para gobernar su Iglesia, lo que no ha concedido 4 los parrocos ; pues estos solo administran las cosas divinas,alla donde el Obispo les da jurisdiccion ordinaria, sin poder, en vir- tud de esta jurisdiccion ordinaria, ni confesar ni predi- car mas que en su parroquia, pues para hacerlo en las demas iglesias la ha de tener delegada, aparte de la primera. Tambien sabe V. E. que Jesucristo me manda que no permita, que ninguno que no sea digno, toque las cosas santas, y que al que sea rebelde contra la autori— dad de la Iglesia, lo escomulgue, y lo tenga por pagano y publicano. Y en este caso, por desgracia, se encuentra aun hoy dia-el presbitero D. N. N.: gy sera posible que V. E. quiera interponer su valimiento, para que 4 ese sacerdote rebelde y contumaz no se le apliquen las cen- suras, estando como esté empedernido, pues no ha he— cho entrega del curato y tiene la iglesia de N. en la anarquia, poniéndole en el caso, ya sefialado por el De- recho, de pronunciar sobre ella entredicho, retirando de ella la sagrada Eucaristia? Créame V. E. que, si no atravesdramos por circuns- tancias tan escepcionales, de las cuales me habla V. E. con tanta cordura en su comunicacion, 4 estas horas deberia yo ya haber publicado el entredicho eclesidstico 4 una parroquia que esta en estado de cisma. Pero en ese terreno me hallaré V. E. siempre dispuesto 4 obse- quiar sus deseos: mas en el de acceder & que los actos potestativos de mi jurisdiccion espiritual, y sobre cosas ro no quiso entregar la iglesia: 4 los pocos dias de estar en el esta- lecimiento eclesidstico me participéel rector que 4 las siete de la mafiana se habia presentado allf.cierto caballero,:y que el cura dete- nido se habia marchado con él 4 su casa y curato. Sin embargo, se crey6 conveniente no proceder 4 fulminar contra él censura alguna.