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-rogado el mismo cura parroco,y desafia 4 todos los ha- bitantes de esta ciudad, desde los negros cargadores hasta el ultimo de los que viven en sus cercanias, 4 que - digan si lo han visto en otra parte, mas que cumgplien- do con sus deberes ministeriales. Desde luego creo lo que este sacerdote afirma, por hallarse en derecho de ser creido: he tomado ademas informes de su conducta, y todos me han dicho lo con- trario de lo que dice 4 V. E. el informante. Ademas, gno da lastima el ver que, segun el informe, Jos supe- riores del teniente han dado cuenta al obispado sobre . Su conducta? Pues gcudantos superiores tiene ese te- niente? En punto 4 examinar las costumbres y las fal— tas.en el ministerio de los clérigos, no sé yo que estos hayan. tenido jamdés mas que un superior, y este es el Obispo, quien mal puede darse drdenes 4 si mismo. Yo afirmo que en mi archivo nada hay que conste contra la moralidad de ese teniente: lo que hay tnica- mente en el archivo de mi Tribunal es que un indivi- duo se presenté en ocho de enero de mil ochocientos sesenta y ocho por ante mi autoridad , reclamando ciento veinticuatro pesos 4 dicho teniente, en cuya de- manda dice aquel que habian mediado gestiones verba- les y judiciales, todas inutiles, por cuanto este no paga- ba; lo que pasé 4 mi tribunal, sin que tuviese resultado. Desde que estoy yo en esta, nada ha llegado 4 mi noti- cia sobre la conducta de este sacerdote: 61 estuvo ade-— mas de parroco en otra iglesia, y nada did que decir contra él; él ha suplido muchas veces las ausencias del parroco, sin que nadie se haya quejado, ni de su mora- lidad, ni de abandono en la administracion de los Sacra- mentos 6 en el cuidado de la iglesia. zDénde estan, por tanto, sus excesos? Si los ha habido, los sabran los in-~ formantes; pero yo nos los sé, ni como Obispo, ni como particular. Y si 4 mi autoridad viniesen semejantes in-