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* do, suspendiéndole de su oficio y beneficio por ‘simo— niaco, por cismatico, por falsario y por sacrilego y mentiroso, probado todo esto por tres y cuatro testigos contestes. Por todo andlisis de esta manera de obrar, yo no quiero hacer mas que decir 4 V. E. que le doy las gracias como hombre cristiano y como Obispo, pues me ha proporcionado V, E. un timbre mas de gloria en el chmplimiento de mis deberes. Pero la posteridad, que leera sin duda esta historia, ha de ser muy severa. Me da lastima, Exemo. Sr., que, al tratarse del cura N. N., salga en un mismo oficio el vicario de N., pues no tiene que ver el uno con el otro; no siendo tampoco verdad que haya sido sorprendida mi duena fe en este asunto, como no lo fue en aquel, como lo ha podido ver V. E, en la comunicacion que con fecha veintiseis de agosto dirigi 4V. E. sobre aquel vicario (1). Pero mas lastima me causa el ver, por la comunicacion de V. i. de treinta de setiembre, cémo se esta sorpren- diendo la buena fe de V. E,; eémo-se esta abusando, no solo de su buen corazon, sino de la légica y del cri- terio que cada cual debe tener, Dice el que informa ofi- cialmente 4 V. E. sobre el teniente cura de N., que este ha faltado 4 muchas cosas. Precisamente el cuatro del presente mes, ha presentado el teniente 4 mi autoridad una exposicion, en la cual me suplica que se establezca un juicio sobre su conducta, y- me pide que sea inter— ————— $$ _______ » (1) Este vicario es un sacerdote respetable. Hallandome yo au- sente de mi didcesis en 1868, tres sugetos conjurados contra él presen- taron una acusacion de crimenes supuestos por ellos mismos, y la dirigieron al Gobernador eclesidstico, elevando la misma al regente de la Audiencia y al capitan general. Las dos primeras autoridades la desestimaron: no asi la tercera, quien dié érden de que fuese puesto en la carcel ptiblica; el juez lo declaré imocente 4 los tres meses des- pee de su prision, y lo envié 4 su casa; y como la autoridad judicial o habia absuelto, u mandé ace continuase en su ministerio, En julio de 1869 salié otra 6rden del capitan general para que pasase la causa 4 tribunal mayor, y el sacerdote fue puesto de nuevo en la car- cel; por fin la real Audiencia lo ha declarado inocente y sin mancilla. Véase cémo se sorprendié la buena‘fe del Obispo.

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