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ee | 280 Habana, llevando sus néminas, y unas veces se les ha dicho que vuelvan , otras que el Obispo no ha hecho el computo, y otras que no habia dinero. Y tengo certeza ademas de que ha habido cura que ha teni- do que sacrificar en gratificacion seis onzas de oro, para poder conseguir que le pagasen sus atrasos, y que muchos de estos tienen que pasar por ese tamiz, verda- deramente férreo, de la moralidad del siglo cuando se trata de personas y de cosas eclesiadsticas. Doy gracias al sefior intendente porque ha dispuesto este pago; pero no puedo menos de sentir, que se haya dicho lo que no es conforme 4 la verdad de los hechos, y mucho mas siento que se haya invitado 4 toda la Isla 4 que sepa lo que hay en eso, siendo asi que no habia eso que se dice. Yoinstaré, y diré que no esta el vicio en el sistema, sino en los que no tienen las convicciones que debieran tener para dar al sacerdote el honor que le corresponde. En el arzobispado de Santiago se sigue el sistema del apoderado del clero, y, sin embargo , el de la iglesia metropolitana esta sin pagar hace cinco meses, y el de las parroquias mucho mas. Yo diré franca y lealmenté 4 V. E. que no tengo inconveniente alguno en nom— brar un apoderado del clero; pero desde luego sera con disgusto del mismo clero, que vid, generalmente ha— blando, con gusto la medida que se adopté hace tres anos , y tendré el profundo pesar de contribuir 4 que la inopia sea igual para todos, porque hasta hoy 4 uno se le deben dos, 4 otro diez, 4 algunos veinte; pare ree sera todo parejo. He dicho 4 V. E. que el medio de que he hablado, relativamente depende de V. E., porque, si bien tie= ne V. EB. la dicha de profesar la mas alta veneracion 4 la religion catdélica, y buenos sentimientos, ora res— pecto de ella, ora respecto de sus ministros, que ar— monizan con estas ideas y con estas convicciones, no