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225 a, do verdad en todos los ramos lo que V. E. pretende que se aplique al clero, ya ve V. E. cémo andarian nues- tros asuntos nacionales. Contrayéndome, por tanto, al objeto de la primera parte de esta comunicacion, y precisando el asunto, tengo la honra de decir 4 V. E. que mi conciencia esta formada irrevocablemente en este particular hasta que no cambien las citeunstancias. Los curatos no tienen lo suficiente para dar culto al Sefior, por haber quitado el Gobierno una parte de sus rentas, sin mas motivo os- tensible qué el del mal estado del pais; los curatos estan hoy dia ineéngruos, por cuanto nose les paga las rentas 4 la mayor parte hace mucho tiempo ; los curatos estan parte de ellos rodeados de gente insurrecta, lo que, lejos © de halagar4 los sacerdotes para que vengan 4 hacer opo- . siciones, los alejay los pone en el caso, mas bien de huirs quede permanecer en el puesto; el trastorno continuo en que viven en los campos, sobre todo por Vuelta-Arriba, no permite 4 los parrocos administrar Sacramentos, ni recaudar derechos parroquiales , lo que constituye una parte de sus rentas, y es hoy en casi todo el pais men— cionado una cosa puramente nominal ; por consiguien- te, mientras todo esto no desaparezea, yo no puedo de— poner mi conciencia. Escusado es decir 4 V. E. que © cuando el entendimiento ha hecho un juicio prac— tico de lo que debe hacerse en momentos dados, aten- didas las circunstancias de las cosas, es, no solo di- ficil, sino peligroso, y hasta puede ser pecaminoso el mudar ese dictamen. Pecado es, dice Santiago Apéstol, Jo que no se hace movido de la fe, es decir, de la con— ciencia; no podria yo, por tanto, hacer lo que mi con— ciencia me dicta que no haga, y mucho mas cuando tenga certeza de que esa conciencia ya formada es ver- dadera, justa y recta. En este supuesto, tengo que decir 4 V. E. que no me es posible acceder 4 lo que me sig- : 15