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223 titres del préximo pasado, en la cual me dice V. E. que antes de salir de esta para el Concilio general que se ha de abrir en Roma en ocho de diciembre, deje dispuesto que haya coneurso 4 curatos. Desde luego no permite ‘mi conciencia disponer que eso se verifique, por no ser conforme 4 los Canones, que para una cosa de tanta gra- vedad como esta se dé delegacion 4 nadie, pues es el Obispo quien ha de examinar la aptitud, la vida y cos- tumbres de aquellos 4 quienes ha de dar jurisdiccion or- dinaria en las respectivas parroquias que les encomien- de. Y seria en mi una imprudencia de gran notoriedad el disponer que estando todavia el pais en estado anor— mal, y sin saber yo cuando cesara la guerra, ni poderlo saber nadie con certeza absoluta, pues nadie tiene ciencia cierta del porvenir, que se haga lo que solo el desenlace de los negocios puede dictar que se haga:y todo hombre sensato sabe que no entra en las reglas de la prudencia el hacer una cosa que demanda tranquili- dad y paz, en tiempo de guerra y turbacion. Hace ya un mes que V. E. me prometié que pronto . estaria pacificada la Isla, y yo creo que V. E. lo puede conseguir; pero entretanto no hace quince dias que los insurrectos han reducido 4 cenizas la parroquia de Rio de Ay, hace ocho que el Vicario dé Cienfuegos me ha escrito diciéndome que esta casi por demas el nombrar euras para Yaguaramas, pues la iglesia esta convertida en almacen; hace cuatro nada mas que el parroco de Cartagena me dice que no puede salir 4 un cuarto de legua 4 administrar Sacramentos, porque los insurrectos aparecen al instante, habiéndome dicho lo mismo el Vicario de Santo Espiritu con motivo deleura de Arro- | yo-Blanco, 4 quien hace pocos dias sitiaron los insurrec- tos en su propia casa. Yo espero con fe y confio en un porvenir dichoso; y si Dios nos lo da y las cosas vuelven al estado normal que antes tenian, yo tendré buen cui-

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