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nm . ' 4 220 sima perspectiva del porvenir de nuestra completa vic— toria no es bastante para remover un impedimento que es de actualidad , y no dudo hacer presente 4 V. E. que la prudencia dicta en ese caso que se espere 4 que todo vuelva al cauce de donde se ha salido momenténea— ‘mente, para proceder 4 una operacion tan grave, tan delicada y tan arriesgada como es la provision de bene- ; ficios. Esta es la conciencia que tengo yo formada, de la cual no me es posible prescindir, sintiendo mucho , »que V. E, disienta en esta materia, la cual me parece } 4 mi que es tan clara como la luz del medio dia. Y en realidad no puedo menos de presentar a la con- sideracion de V. E. una observacion sobre ste asunto, la eual convencera 4V. E. de lo justa y recta que es la con- ciencia que he formado. En primer lugar, el serenisimo Sr. Regente del reino acaba de quitar 4 todas las igle- « sias parroquiales una parte de sus rentas; y atendido que no precede 4 su decreto sobre esta materia ningun considerando, que justifique el fin con que lo ha hecho y el motivo que ha tenido, debemos suponer que este ha sido el estado triste en que se encuentran el pais y el Erario. En mi corto criterio yo no puedo hallar otra razon del por qué no se han puesto considerandos 4 ese decreto, y comprendo que es porque eso es demasiado publico y notorio, pues se juzga que la necesidad mas perentoria se abearbe todas las demas. En segundo, V. E. mismo-ha determinado, como medida transitoria, que se cierre todo espediente para construir y. reparar iglesias parroquiales, hasta tanto que no cesen las tris— tes circunstancias por donde estamos pasando, y que cesen, por consiguiente, esas cargas 4 que esta obligado el Tesoro, y todo esto esta conforme con lo que he dicho yaa, E.; 4 saber: que no es posible quese hagan oposiciones hasta tanto que no -vuelvan. las cosas. 4 su centro. Y si no se hace asi, nosé yo como podra V. E.