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198 consiguiente sin esperiencia bastante para poder sumi- nistrar luz 4 quien Ja buscase en casos arduos. _ Sin embargo, viendo lo que habia ocurrido en Santo Espiritu, donde habian sido violentadas las puertas de las torres de dos iglesias, 4 las cuales habian subido sol- dados y civiles con érden de estar repicando por tiem— po indefinido: considerando lo dificil que es el querer aplacar con palabras 4 quien, apoyado en el conoci- miento de su fuerza, ha dado ya un paso violento, \de— terminé dirigir 6rden 4 los parrocos de Trinidad , Cien- fuegos, Villaclara y Sagua. para que, sin perjuicio de mi circular del.14 de febrero, que quedaba invariable, permitiesen los repiques de campanas siempre que el vice-real Patrono lo mandase por si 6 por sus ayudantes 4 otro enviado por él, previniéndoles que jamas resis- tiesen 4 la violencia, ni se entrometiesen en ponerse a diseutir los derechos de la Iglesia, por no pertenecer eso sino 4 mi autoridad. Esto hice con fecha 8 de marzo, y esto mismo comuniqué al vice-real Patrono en el mismo dia. ; ; Pero parece que el enemigo de la paz de los hombres andaba enredandolo todo. Dié la casualidad de que, an- tes que llegase al parroco de Trinidad mi disposicion, habia llegado una comunicacion del vice-real Patrono al Gobernador militar de ella, para que llamase 4 su pre- sencia al Vicario foraneo, y le intimase que tan pronto como llegara él 4 Casilda, habian de empezar 4 tocar las campanas de todas las iglesias de Trinidad, la cual dista bastante del puerto de Casilda. Hubo, por consiguiente, un conflicto muy serio: echéronse abajo puertas de igle- sias, mediaron protestas en toda forma contra ese modo de obrar, sucediendo todo esto el dia 8 del mismo mes. Presentose otro conflicto al siguiente dia: para que el parroco vicario de Cienfuegos, 4 donde iba 4 “mar- char el vice-real Patrono supiese mi ultima determina-