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196 cuyo dia me instalé en el pueblo de Rico de Ay, cerca de Trinidad, donde confirmaba al pueblo, y al propio tiempo tomaba bafios por consejo del médico. El 5 del mismo recibi comunicaciones abultadas de mi Gobernador, quien me trasmitia las de varios par— rocos de la Vuelta de Abajo, en las cuales referian lo ocurrido al pasar por sus feligresias el vice-real Patro- no. Recibian estos.al representante de la Reina 4 la puerta de la iglesia revestidos de sobrepelliz y con el hisopo de agua bendita en la mano. Preguntabales aquel por qué no le tocaban las campanas, y contesta- ban unos que éso no estaba en uso, y otros que no po— ,dian ellos mandarlo. Entonces lo mandaba hacer el vice-real Patrono 4 los soldados y guardias civiles, quienes en algunos puntos descerrajaron las puertas de la torre con violencia. Todo esto pasé en los tres ulti- mos dias del mes; y volviendo el capitan general 4 la Habana, salié 4 los cinco dias para Vuelta de Arriba, y llegé el 7 de marzo 4 las Tunas, para subir desde alli 4 Santo Espiritu. Parece que en st permanencia en la Habana hubo tal examen dela materia de las campanas, que hasta pidid el mismo vice-real Patrono 4 la priora de religio- sas de Santa Teresa su ceremonial, dirigiéndola un ofi- cio que decia asi: «Capitania general, etc.—La reve— renda madre Abadesa del convento de monjas teresas de esta ciudad me remitira, en virtud de la presente érden, el ceremonial de las monjas de dicho convento que alli se conserva archivado, por convenir asi 4 la jurisdiccion que ejerzo como vice-real Patrono de estos dominios. Habana 4 de marzo de 1869.—Firmado.»— Pero fuese el exdmen lo que fuese, el caso es, que el 6 por la mafiana muy temprano tenia yo en mi poder los ofi- cios de los parrocos, y el que acabo de trascribir de la priora de Santa Teresa, y ademas el aviso de que el

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