BCCPAM0001173-3-0400000000000
16 ef empezé en el mismo Jesucristo, siendo la sinagoga la que por su propia eleccion asumié este empefio impio, continué en sus Apédstoles y en los martires, siendo el paganismo quien se erigié en verdugo de cuantos pro- fesaban la Religion revelada, y contintia hoy todavia, pues de vez en cuando en las regiones estremas del Oriente suben miles de victimas inmoladas por el nom- bre de Cristo 4 recibir en los cielos la aureola del mar- tirio. Pero hay otra persecucion mas triste para los profe- sores del nombre cristiano, y mas funesta por los mu— chos incentivos que presenta 4 la apostasiay 4 la ruina de las almas débiles en la fe, y es la que el mismo | Maestro divino nos describe con estas palabras: Habeis | de ser entregados por vuestros parientes , por vues— tros hermanos, y allegados, y amigos, y han de ma- tar & algunos de entre vosotros, y habeis de ser abor- recidos de todos por mi nombre (1). : Y esta es precisamente, nuestros muy amados her— manos é hijos, la gran persecucion de la Iglesia en estos _ dias dolorosos en que vivimos. No hay tiranos que se atrevan 4 dar francamente edictos de persecucion con- ‘tra la verdad catdlica, contra los Obispos y sus sacerdo- tes: no hay manos que, como ejecutoras de la ley, des- carguen el golpe del alfanje sobre nuestras cervices ; al eontrario, se aparenta tener amor 4 las instituciones santas, 4 la verdad revelada y 4 la Iglesia catélica; pero al mismo tiempo se ataca 4 esas instituciones con pre- testos especiosos, se da igual honor al ecatolicismo y 4 las sectas de perdicion, que se han multiplicado hasta la demencia 4 la sombra de la herejia llamada protestan— tismo, y se oprime 4 la Iglesia, dejando 4 su Cabeza vi- : sible sin libertad, 4 los Obispos sin autoridad, 4 los * . Bi a (1) Luc., cap. xx1, vers, 16. : ‘ - . |
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz