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aha Se Lt samen sons eme 195 nada, acudian tambien 4 los curas 4 decirles que toca— sen las campanas, cuando el capitan general entrase; y como el Obispo no sabia nada de si el vice-real Patrono se movia 6 se estaba quedo, se veia sorprendido 4 me- nudo por partes telegraficos de los pirrocos, en los cua- les le decian lo que ocurria, y le preguntaban qué ha- bian de hacer. ‘Para obviar 4 estas dificultades, cortar un abuso que empezaba 4 introducirse, y esclarecer 4 los parrocos en - los deberes que la ley mandaba cumplir respecto los Vicepatronos , dispuse en 14 de febrero de 1868 que por mi secretaria se pasase una circular 4 los vicarios - foraneos, la misma que estos debian poner en conoci- miento de los parrocos de su vicaria, y se les sefalaba en ella cuanto prescriben las leyes respecto de recibir al Vicepatrono en las puertas del templo, del sitial que debe ponérsele y de Jas ceremonias que se han de guardar, previniéndoles al mismo tiempo que, en cuanto 4 tocar las campanas, no habia uso que lo autorizase, pues ni 4 los mismos Reyes se tocaban sino en ocasio— nes determinadas y especiales, y al contrario lo prohi- bia el edicto de campanas. Fue pasada la circular, y precisamente 4 los pocos dias, sin que el gobierno ecle- sidstico tuviese conocimiento oficial de ello, el vice-real Patrono salié hacia la Vuelta de Abajo, levando una gran comitiva, mientras yo andaba por la Vuelta de Arriba, visitando y confirmando en Matanzas, Carde- nas, Sagua la Grande, Cienfuegos y Trinidad. Era el 26 de febrero, Miéreoles de Ceniza, cuando | vice-real Patrono salié 4 recorrer los pueblos y villas de Guanajay, La Artemisa, Candelaria, San Cristébal y otros, mientras andaba yo recorriendo las poblaciones antes mencionadas, predicando al pueblo, dando la sa= grada comunion, y administrando el sacramento de la Confirmacion, y asi ‘ocupado, llegé el 4 de ee: en

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