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194 den solo mandaba que se. hitiese asi, cuando el vice— real Patrono fuese 4 la capilla del Hospital militar; pero tambien hay que advertir, que si no se hubiesen sentado en la misma real érden precedentes poco cier- tos y circunstancias que no existian, nunca se hubiera dado lugar 4 que la malicia se escudase con ella, para. ejecutar lo que se hacia, para ver si se armaban con- flictos. Decia ademas que se habia recibido al capitan general con repique de campanas, segun le pertenece de derecho, y esto demanda la narracion de ino de los conflictos mas ruidosos que se suscitaron en mi didcesis; y lo llamamos ruidoso, porque no podia menos de ser asi siendo cosa de campanas. ep he) Vis Uno de los sintomas mas fatales para la felicidad de la isla de Cuba ha sido el cambio continuo de capitanes generales, y la moda que se-empez6 4 introducir, hace algunos afios, de recibir 4 uno entrée arcos de triunfo y grandes festejos, mientras su predecesor se retiraba en silencio. Esos festejos eran promovidos por cierto nu+ mero de hombres, lo que por si solo demostraba la exis- tencia de partidos, y una especie de iniciativa del pue— blo en la misma eleccion de los sugetos, de lo que era prueba irrecusable el dar grandes festejos 4 unos, y el no dar signo alguno de agrado 4 otros. Estos festejos empezaron 4 ser mas notables el dia 30 de mayo de 1866, y continuaron hasta fines de octubre del mismo afio, en que principié una era de frialdad que duré hasta fines de 1867. Poniase todo en movi- miento por los promovedores de los festejos : colgadu- ras, adornos, arcos de triunfo, flores, musicas, orques- tas y cuanto puede contribuir 4 poner al pueblo en mo- vimiento, de todo se echaba mano. Para que no faltase