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190 Hubo quien en enero de 1867 empezé 4 introducir 4 una nueva nomenclatura en los nombramientos de mi- nistros con cura dealmas, de que le daba cuenta el dio- cesano, poniendo’en la contestacion que le daba la pa— labra apruebo. Reclamé este contra el abuso, hacién— dole ver que no habia mas que un caso, en el cual el vice-real Patrono aprobaba, y era cuando el Obispo nombraba provisor, 4 quien el vice-real Patrono daba su: aprobacion, interin descendia la real cédula auxiliatoria: pero que no podia poner la palabra apruebo, sino la _ frase quedo enterado, ni en él nombramiento de Go- bernador ocheaifution;’ ‘ni en el de los curas interinos. Demostrabale yo todo eso por los documentos que te- nia en mi archivo, donde constaban las contestaciones de los Vicepatronos, quienes nunca habian dicho en esos casos sino Ja frase Quedo enterado. Fue todo tiem- po perdido; pues desde entonces, no solo se decia que se aprobaba, sino que se inculeaba diciendo: Hn /a inteli- gencia de que lo apruebo en uso.de mis facultades como vice-real Patrono. Como se advierte facilmente, esto no era ya presentarse una cuestion de competencia, 6 crearse un conflicto por una inadvertencia, 6 por una mala inteligencia de disposiciones superiores: era pro— moverlos, era buscarlos; era declararse la guerra por el mismo que debia estender el manto de proteccion sobre la Iglesia, Se elevé el:asunto al Gobierno, quien en 13 de mayo del afio siguiente espidié una real érden ‘en la cual se decia que «si bien el vice-real Patrono podia aprobar, pero que debia contentarse con decir que — daba enterado.» No queremos manejar el escalpelo de la discusion 16- gica para dividir en trozos menudos estas frases; pero si diremos qne la cuestion quedaba en pie. Si el vice-real Patrono podia aprobar, tambien podia desaprobar, pues la facultad de aprobar es correlativa de su contraria, y, 4