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18% de tal se lo conceden las leyes de la\Novisima Recopila- cion en el titulo del real patronato. Nada dijeron: los prebendados al. general, que quedd.en el puesto que no le pertenecia: pero los dos se acercaron 4 mi 4 darme cuenta de lo ocurrido y 4 consultarme si le harian los honores de vice-real Patrono, y si podian advertirle que no era aquel su lugar. Mi respuesta fue decisiva: «No hay que hacerle esos honores, dijo, pues seria faltar 4 las leyes; pero no hay que decirle que..se vaya asu . asiento, porque es un caballero, 4 quien se-le faltaria publicamente: déjense las cosas como estén, pues eso es, sin duda, efecto de poca inteligencia de las cosas.» - El conflicto existia: .el:Ayuntamiento, que se vid presidido por quien no tenia dérecho 4 ello, tuvo im— pulsos de levantarse y retirarse: pero, preciso es decirlo — en honor de aquella ilustre corporacion, tuvo una pru- dencia consumada, y determiné en el acto no darse por entendido en el caso, Sin embargo, concluida la fun= cion, el cuerpo municipal se. reunié en sesion estraordi- naria, de la cual resulté una comunicacion que recibi en el mismo dia; en la cual el ayuntamiento me referia lo ocurrido, se lamentaba de ello, y me rogaba que no tolerase que en mi santa iglesia. se faltase tan puiblica— mente 4 lasleyes. Mayores males resultan al principio de autoridad cuando se falta 4 la sobriedad en materia de honores; menos nociva es la falta de esta en el comer que la pre= tension inmoderada de honores que no conceden las leyes. Sobre todo, cuando el grande y el fuerte se em- pefia en que el débil en el drden fisico le rinda home- nages que no le pertenecen, porque entonces puede aquel convertirse en leon irritado, que sacude su mele- na, atruena con rugidos y estiende sus zarpas y lo ar- rasa todo. Y no ha faltado algo de esto, 6 cosa parecida dello, en los ultimos tiempos. ‘

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