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159 No debo pasar en silencio el celo con que el. en trabajé }para evitar el golpe funesto que amenazaba, | Iglesia con semejante atentado, y los esfuerzos queh cieron los sacerdotes y muchos fieles para recabar de é autoridad, que no dejase que los diez6 doce perversos,, que eran. los autores del atentado, triunfasen de la inocencia y lajusticia. Hubo un noble hacendado, que tambien cifle espada de voluntario, que me propuso que él me desembarcaria y,me llevaria 4 uno de sus ingenios, donde estaria hasta que el conde de Valmaseda llegase 4 la Habana: facil es adivinar cual fue mi respuesta. . El venerable cabildo de mi santa iglesia catedral se reunié el 13 en cabildo estraordinario, y redacté una esposicion, que eleyé al capitan general (1). Los Parro- cos y cuantos sacerdotes habia en la ciudad hicieron otro tanto (2), y en la préxima villa de Guanabacoa_ se reunieron los sacerdotes que estan domiciliados en ella, y junto con varios fieles redactaron otra, pidiendo al Gobernador superior civil que accediese. 4 los ruegos del pueblo, que deseaba tener 4 su Obispo consigo (3). _ Nadie pudo recabar nada de la autoridad: era un plan preconcebido, en el cual, con no poca habilidad, los revolucionarios habian sabido arreglar tan bien su conspiracion , que habian. enredado en sus lazos disimu- ladosdla misma autoridad superior civil, 6, mejor dicho, 4 quien la desempefiaba por delegaaian: Para compren- der esto, no hay mas.que. poner en la balanza de una critica justa y desapasionada el telégrama del Gobierno de la Habana al supremo de Madrid: pues se ve al mo- mento que tambien se traté de encerrar 4 este en un circulo determinado. Se le pinté la cuestion como cosa perteneciente 4 mantenimiento del érden publico, y 0 Documento nim. 1.° . , 2) Documento nim, 2.° (3) Documento ném, 3.°