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157 dia, 4 las dos\de la ‘tarde, salia el vapor. gNo estaba por demas el enyio del avisé?Y estando el capitan general 4 ochenta leguas de la Habana, y sin saber si youdba 6 no iba, {fue él, 6 quién fue quien lo mandé? El no fue,” y quien quiera que haya sido podia saber que en todo caso'era tiempo perdido. gSe le envid al cénsul antes de’ salir yo? No pudo enviarsele por las razones indicadas. Pero hablemos:con ‘claridad: lo de irme por el AMis- sourt 6 porel correo, ya lo habia yo oido 4 la hora de haber llegado 4 la Habana el 12 de abril antes que el conde de Valmaseda supiese que yo! estaba alli, Tam bien me habia dicho un. visitante oficial. que si:yo no habia recibido el aviso, era porque no habia enviado mi pasaporte al cénsul para que lo refrendase ; lo que no pudo menos de causarme hilaridad, pues ignoraba que tal refrendacion fuese necesaria 4 un Obispo conocido en su. diécesis, 4 un Obispo que habia estado antes en Nueva-Yorck sin que hubiese sido preciso ni aun pen— sar siquiera en refrendaciones. Pero lo mas chistoso del caso es eso de la exhortacion 4 un Obispo para que lleve con resignacion’ el:infortunio. ;Pues qué! ,no sabian todos que lo sobrellevaba, no solo con resignacion, sino con muchisima alegria de a. iVaya! se ven hoy dia apdlogos muy raros en el’ mundo, °{Los ‘sables ense~ fiando mansedumbre 4 los cayados! Neal Bs La.ultima parte de esta carta decia asi: <Ruege a V. se sirva comunicarme su resolucion para espedir el correspondiente pasaporte con las personas que le acom- pafian.». Ya habia yo oido decir al referido visitante oficial del dia 12 que me habia yo ido 4 la Habana sin pasaporte, porque <el que llevaba habia caducado.» Mi contestacion fue oficial, pidiendo el pasaporte con que habia ido 4 la Habana, que me fue devuelto con atento oficio. Sabia yo muy bien que mi pasaporte no era cadu-