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3 4 los Estados-Unidos, dejando una protesta al goberna— dor superior civil, en la cual le decia que, en vista de la injuria que se me hacia simplemente como 4 espaiiol, me reservaba el derecho de publicar mi vindicacion por ante la nacion y los espafioles de ambos hemisferios. . Este es, por lo tanto, el porqué de este escrito. En- pezaré por dar una segunda edicion 4 la Carta Pastoral que dirigi 4 mis fieles desde Nueva-Yorck en 10 de mayo, y daré 4 luz el discurso que tenia escrito para recitarlo al pueblo despues de darle la bendicion en mi Santa Iglesia Catedral. Uno y otro encierran una histo- ria de algunos afios, y basta leerlos para que se com— prenda que ha habido amaiios ocultos y de muy mal género, dirigidos todos 4 sembrar la division entre las autoridades de la Habana. No me detendré ni un solo - momento en examinar su origen: sabido es de todos que en aquel pais hay, como en otros muchos, logias y sectas, en las cuales estan afiliados hombres de todos los estados de la sociedad. Por la simple documentacion, que podra ver quien lea esta obrita, echara de yer con cudnta malicia han procedido los autores de ciertos su— cesos; pero en nada se ve tan’ palpable como en la elec- cion del ultimo instrumento de que han echado mano. Los voluntarios, que son los que puede decirse que salvaron en 1869 la Isla, pues contuvieron. los progre— sos de la insurreccion, son unos cuerpos de tropas for— mados de los vecinos de cada localidad, y hay entre ellos hombres de gran probidad, amantes de la justicia, del derecho y de nuestra nacionalidad, sobre todo entre Jos jefes. Los hay que son titulos de Castilla, magistra-