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( LXXVI ) tiles (77), de sus puentes colgantes (78), de sus estátuas, de sus ador– nos, etc., etc. Ya lo hemos dicho: lo mismo en planta, que en alza– dos, lo mismo en la concepcion , que en la delineacion y lavado, el pro– yecto D es la obra de los sueños; es la lDEA-lUONSTRUO del Concurso. Proyecto E. -La fachada de la avenida del Dos de Mayo, severa y monumental ; la cornisa at·quitrabada que sirve de imposta á los arcos que apean las col unas del primer piso, algo baja; la faja con molduras que separa los pisos 2.. 0 y 3. 0 , tambien baja y pobre. - La elevacion inte– rior de la plaza, iguales dotes ydefectos que en la del Dos de Mayo, pero de extraordinario movimiento en su galería de primer piso; los cuatro Iádos menores de la Plaza , carecen de ornamentricion y por esto son.al – go fríos. El Monumento es lo que debe, atendido el símbolo que repre– senta. La filosofía de este proyecto está perfectamente adecuada al nom– bre de la Plaza y está bien sostenida en todos sus puntos. Proyecto F. - Pórtico de plan-terreno, arcadas ligeras y bien pro– porcionadas; pilastras de órden dórico que abrazan los pisos 1. 0 y 2. 0 en los cuetpos retraídos, bien estudiadas y de buen efecto; pilastras jó– nicas en igual altura en los pabellones extremos de las avenidas de la plaza, son de buen efecto; distribucion de pisos en elevacion, bien en– tendida. Cuerpo avanzado en el centro del lado de Oriente, contradic– torio, debiendo expresar la fachada de edificios particulares, pero ad– misible destinándole á formar el monumento que pide el Programa ;· su bella decoracion jónica, abraza los tres pisos y remata en un fronton bien entendido, excepto en el reloj de su tímpano, que no es muy pro– pio ; el hermoso efecto de los pabellones indicados , es inmejorable. en junio-de 1848, no supiese un Arquitecto los elementos de Química? Que no su- piese lo que es fuego , aire; tier'ta y agua? ¿ Qué ignorase que so~ 4 los ele• mentos impondei·ables y a4 · los ponde1·ables ? ( 77) Muy cómodas serán _estas glorietas, si han de servir pa~a café como lo dice la Memoria en una gerig·ouza que el Diablo que la entienda. ( 78) No soll tales puentes colgantes·, Señor mio¡ soll puenles fijos <le fierro.