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( VI ) cial nos impone, no nos impelieran á romper un silencio que fuera fata! Para.el buen no"mbre de Jos Profesores barceloneses, que se engalauan con el título de Arquitectos, que aprobaría tácitamente el fallo inocen– te, precipitado é injusto de un tribunal incompetente y que daria una poJ¡re idea del saber artístico y literario de aquellos artistas. El honor deJI Arte antes que todo; él agravio que se ha hecho á nuestros mas ex- 1 peri'mentados Arquitectos, excluyéndolos de la censura; la injusticia que se ha hecho á la mayoría ae opositorés, premiaado los trabajos excedidos de las bases del Programa , los trabajos atrevidamente exagerados en sus medidas; la especie de borron que ha querido echarse sobre la reputa– cion de la mayoría de Concurrentes, postergando sus proyectos á los de sus compañeros, inferiores en mérito y estudio; estos son hechos que deben ser denunciados ante la opinion pública, que demandan una vio. dicacion pronta y fundada, que exigen una reparacion benéfica y pro– tectora._ Sí, atacando coa pié firme el vicio sin acordarnos del vicioso. nosotros 'denunciarémos al público aquellos hechos, nosotros vindicaré– mos á nuestros arquitectos, á los opositores al Concurso, y llenos de fé en nuestra defensa, esperaremos tranquilos el fallo reparador de una Autoridad superior y justa. j Felices nosotros, si escudados en la égida de 1.a razon y de la justicia, logramos vencer la obstinacion de todo un Cuerpo !-Y mas venturosos mil veces, si conseguimos con -nuestros escri• tos abrir los ojos á los Sres. Concejales y á su digno Presidente y colo– carles}le nuevo en el camino que tan noblemente habían emprendido I Barcelona toda , cogerá entonces el fruto de nuestros sencillos desvelos ; y vi~dicado honr~samente el Arte y sus Ministros , el progreso del pri - mero y,el entusiasmo de. los últimos se dejarán sentirde nuevo en nues– tro suel.o.

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