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( XXVI ) .l)escubierta esta •incalificable (20) alteracion en las dimensiones del plano sobre.el cual debían de haber estudiado su proyecto todos los Opo• s·_itores, no era posible que estos •permi:lneciesen por mas tiempo en el silencio; motivos sobraban les para haber acudido en demanda de la anu– Jacion de un fallo que admitiendo en los proyectos agraciados la calle del Vidrio como parte integrante de la Plaza, habíase separado indispu– table.mente de ·las bases del Concurso, de ese pacto sagrado, siempre res– petado cuando los jueces no han sido .ni inocentes, ni ciegos, ni parcia– les; pero descansában en que la defensa de los propietarios de aquella calle, cuyos predios dejaba tan mal parados el proyecto d~stinado á rea– Jjza~·se, era por sí sola suficiente, _amen de los renuncios que recomien– .dan este proyecto, para echar abajo una idea , tan preconizada el dia 13 de julio y .tan amargamente combatida al cabo de dos meses. El exceso de lo.s 20. 736 palmos de terreno figurado en la planta de dicho proyecto, hizo cambiar de propósito á los Opositores y resolvieron presentar al Ayuntamiento ona sentida protesta, admitiendo con gusto la pal'ticipa– cion que quisieron tomar en eI asunto varios de sus compañeros que ha– bían visto con indignacion ·el agravfo hecho á los individuos de su clase, excluyéndolos de la censura que , consultaodo el sentido coman y las leyes, solo hobo de componerse de Arquitectos (21 ). En otros paises, donde el bien público yla justicia se anteponen á to– do interés privado y á toda especie de favoritismo, la referida protesta tiebe por epígrafe. '< Los monumentos etc. 11 , de igual escala al premiado en pri– mer lugar y dupla del planO del Ayuntamiento, tiene el mismo exceso de palmos ripuntado; el premiado en 2. 0 lugar y el del epígrafe ce Decora urbeni·tuam JJ, de es– cala una vez y media la de este plano , lienen de exceso cada· uno : siete mil ocho– cientos noventa y seis palmos cuad1·ados. ( 20) Decimos incoJ,ificable, porque da lugar á este dilema ; ó el opositor sabia la alteracion indicada ó no la sabia: en el primer caso, trató de sorprenderá los Sres. Censores y lo consiguió m:navi!Iosamente; en el segundo caso , no supo aplicar los n1dimentos de la Geometría elemental. (2-J) Véase al fin el Documento n.Q 11, pág. 78.