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- 72 - prieda ·examinarlas en vista de los mismos proyectos, si es que la expo– sicion prometida no se desvanece como se han desvanecido mil y mil ofras promeSas. Es verdad que este nuevo retardo es al pareéer ocasio– nado· por uoa revelacion de nombre, débil é inconsecuente; ·pero -esas eternas alarga·deras I vengan de donde vinieren, fastidiari al público y dan'cada dia nuevo pábulo á la especie. de que se teme la exposicion, porque·se abriga la creencia de que el fallo censorio fué injusto, tanto bajo el concepto legal como·.bajo el punto de vista artístico. Aguardare– mos, pues, la demostracion de nu.estro aserto para cuando Dios quiera que puedan verse esas obras premiadas y tan mal sostenidas por sus au 0 tares como por los mismos. jueces.que con su inocente voto las agracia– ron; y nos ocuparemos en este artículo de un punto que conviene mu– cho dejar dilucidado antes de probar la incompatibilidad del tribunal censorio y la falta de justicia en su precipitado fallo artístico. Cuáles fueron los motivos que se alegaron para excluir de la censura á los académicos.de mérito por la arquitectura y á los simples arquitec– tos residentes en esta ciudad? Primero la duda de no saber el Ayunta– miento quiem,s eran.los arquitectos opositore~, para evitarles el com– promiso de tenerlo que revelar en caso de ser nombrados censores·; se– gundo, el temor. de que la amistad ó compañerismo abogase á favor de determinados proyectos, excluyendo á los que á pesar de su mérito no tuvieren en. su apoyo aquel.padrinaje; tercero, el recelo de que la ani– mosidad ó ]a envidia desechasen los trabajos mas meritorios; y ·cuarto , que conociéndose los arquitectos mútuamente sus trabajos, el voto de los censores no hubiera sido bastante imparcial é independiente. Demos– tremos la falta de fundamento de todos estos supuestos motivos. PRIMER MOTIVO. Once fueron los opositores al concurso ó mejor ocho , porque era sabido que uno solo presentaba cuatro proyectos con cuatro .distintos lemas; los arquitectos de Barcelona son veinte y cinco y por lo mismo , en el caso de pertenecer á esta clase aquellos ocho ; que~ daban diez y siete que podian haber servido en calidad de censores. ¿ Y, era tan difícil saber de fijo quienes eran los no opositores. cuand~ Il<> se ignoraba el nombre de la mayor parte de los ocho ? ¿ Era tan di(í<!!k•· averigua!'\ que los seis Académicos de mérito por la arquitectura, .te~i;~;"

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