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- 64 - 6e'i0s:coflstri.libles ·, ·entrafia la. idea de tres pisos con entresuelo, como en' lós pórticos Carbonell y Xifré tan conocidos. Y si este fué el deseo del AJuntamiento al fijar aquel máximo de ele,,ncion-, como tem~mos· fundamento para creerlo, ¿ dónde estará la gr~ndiosidud inseparable de tcidoS los edificios públicos de alguna imporlancia? ¿No habrán de.salir 0á exlremo _mezquinos los Yarios pisos de la nueva plaza. teniendo la altura total de los edificios DIEZ palmos menos que la de los que como ponen .el pórtico Xifré antes citado?. ¿ Y no será aquí tambien el SEIS POR CIENTO el génio maligno que pondrá en tortura el saber de los coricurrentes-? A nuestro entender, deberia haberse dicho c&tegóric1,1- - mente si se querian dos ó m_as pisos, y en cualquiera de los dos casos de– jar .al arbitrio de los concurrentes la fijacion de la mayor altura de la · obra. Prosigamos el Programa. » En el centro de la plaza se levantará lin JJlon.umento ú obelisco con la idea del objeto y 11omh,·e á quien se dedique para futura memoria. Este nombre lo dará cada opositor , tomándolo de un hecho histórico 6 de una perso11a que haya dejado recuerdos memorables y heroicos en el pais. » La arquitectura y el ornat_o ile la Plaza con sus pórticos serán de ór• den· moderno , antiguo, barroco, fantástico, etc. , correspondiente todo á las reglas del que se establezca.» >> Las puertas , ventanas, y balcones seguirán el mismo ó·rden. Antes de pasar mas adelante, ocupémonos de los últimos párrafos.· Tildando la voz obelisco del primero, porque la creemos agena del pro. ·yecto que nós ocupa . nos parece·conforme el resto del mismo .pá~-rafo ·; Do. asi el segundo. Y en eíecto ; ¿que se entiende por órden barróco, :ror órdei: fantástico? En euanto al primero, diremos tan snlo con Quatrémére ~e Quincy, uno. de los mejores autores modernos, que >1el gusto baroco·, y uo el órden barroco, es en arquitectura una variedad del estrnvagan-· te, es si se quiere la partemas refinada de este género ó por mejor de– cir, su ahuso. El baroco es á lo extravagante lo que la austeridad á la sabiduría del gusto; es su superlativo y entraña siempre la idea del ri• ,diéulo llevado al estremo.» Y si tal es el baroco. por qué haberlo men– tado en el programa ? l'ero'si elharoco ridiculizaría sin'·duda·al opositor que tu,iese la de~