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( XII ) sé lo mejor, porque solo así seria espléndida la victoria, si recaia e1> alguno de nuestros Arquitectos. Para dar este ensanche al Concurso, para ir en busca del genio, cualquiera que fuese su morada, era nece– sario dar al Programa toda la publicidad que hemos iodicado, era in– dispeasable enviar un número regular de ejemplares á todas las Acade- , mias de Bellas Artes del reino y á las principales del extrangero , y acompañar con aquellos , el plano geométrico de la localidad, litogra– fiado al intento, y c01pprensivo de los datos que arriba apuntamos y de una explicacionJacultativa de todas las circunstancias locales conducen– tes al mejor aciert(en el proyecto. Haciéndolo de este modo, siguiendo este desembarazado camino, la Municipalidad hubiera huido completa– mente del espíritu de pro,incialismo, y mandando á cada profesor de nobles artes de fürcelona u □ ejemplar de aquel Programa y de dicho plano, hubiera evitado 1Í los Opositores el descubrir la calidad de tales, desde el momento de empezar sus trabajos. Tambien deseaban los Comisionados proponer al Ayuntamiento que se fijase por regla la magnitud relativa Je la escala bajo la cual debían presentarse los dibujos del Concurso. Quería aconsejar, por ejemplo, que lá planta general del pensamiento se dibujase por todos en igual es– cala que el plano ofrecido por el Ayuntamiento, que los alzados y cor– tes fuesen en escala dupla y que los detalles en planta, elevacion y corle Jo fuesen en escala cuádrupla á lo menos. Presentando de este modo los proyectos bajo la misma escala, se facilitaba el exárnen, porque la com paracion de mngni(ud y grandiosidad se ba_cia á simple vista_; y se evitaba sobre todo que los censores, en el caso de no ser muy hábiles en aquella clase de exámenes, enyesen "en el r~nuucio de creer mas vas~ to el pensamiento que lo fuese tan solo po1· exagerncion en !fls medidas, como desgraciadamente ha sucedido (9). No era menos importante el consejo que deseaban dar los Comisio– nados al'"Ayuntamiento', relativo á la exposicion pública que ,Jebia ha– cerse antes y despues de los trabajos del Tribunal de censura. Esta prác– tica seguida en la mayor parte de Academias del extrangero é imitada (9) Véase ::il fin el documento de n. 0 H i pág. 78.