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4 (6) yeayorte decreto, precisarian 4 los Religiosos,; é # que fuesen infieles 4 sus promesas 36 4 que résistiesen las dérdenes que se les ones como nuevas y no prometidas. | “El-General no puede persuadirse que Me Mz mriek supremo Congreso de las Cortes: querrdn exponer 4 ninguno de estosdos extremos 4 unos ~ Religiosos que sin faltar 4 la observancia edifi- cante de su instituto, se:han esmerado siempre en dar pruebas ciertas de su pronta obediencia 4 las autoridades civiles, y de su zelo desinte- resado por el bien de las almas. Desde el afia ce mil quinientos setenta y cinco, en que con las formalidades de derecho Suestth ad mitidos los Capuchinos. en Espafia, y en que, desde Ca tabufia se fueronextendiendo por las principales provincias de este grande Imperio:-han trabaja- dv en el ptilpito, em el confesonario, 4 la ca- becera de los: enfenmes , moribundes, y en me- dio de les pueblos apestados, como-actualmente Jo estan. haciendo: en’ lbs de la isla de: Mallorca con: la solicitud edifieante que es tan notorias y como si ésto;fuese, pedo. 4 la. eficdeia: de, su éelo apostdlico han Ilevado sus Misiones -4, los inmensos: paises de: las Américas, en donde: ess tableciendo Colegios -segum la ordenado -y. dis- puesto: por Bulas sbudiboat y decretos, Reales, han: permanecido y permanecen formande pre- blos, insteuyendo. salvages en la ciencia de la sdlud’, hawtizando 4 los que adoctrinan en Ja {é.deh Crucifieado , y engrandeciende aum di @os- ta_de sus misinas, vidas con sus conquistas espiris