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de Cánta licio. Cap. 23. 260 tender, que el Íuceffo era natural, diziendo: Uescomo:tuvo yo razon en hazer infancia araque miraftes bien la tinaja? Pero la mu- l geroo convino en ludifimulacion; antes le seípondió: Padre con fobrada diligéciala avia yo mirado, y nome engañava el ientido,oi el juizio ¿quando dezia que faltava el azeyte. Eltoque pala es milagro conocido de Dios; S¿Felizla encargó que callafíc, y (e fue. «¿Elexemplo tercero fea lo que aconteció ¿Virginia Viperelce, queaviendo ya gallado todo elazeyte que avia prevenido patael ufo - de fufamilia, y mandado limpiar las vifijas todas, para llenarlas de nueyozZzeyte ;vinié- do en etaocafion el fanto á pedir (u limofne, le le efcusó relpondiendole: No tengo aora fr, Felix, azeyte en cala que poder darte. Pero como aguardes un poco, del primero € ven: ga llevarás quanto tu quifieres El la dixo:Pa- - Jaque. memandas que aguarde ? El ¿zeyteque ay en la tinaja me baílta á mi. Virginia bolv:ó á relponderle: Con poco te contentas fr. Fez ligo, porqueenla tinaja no ay ¿Zeyte ningu DOY jo te diera el que pides, no fe diera nada. .Masparaque lo véas tu tmiímo,y fino , Me cicesiámi, cieas á tus ojos, baxa adonde €lán las valijas, ymiralasá tugulo, con Aedeleogañaras. Embió una criada con él, q Api e cn A e Y a GO e

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