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e de Cantalicio.Cap.21.. . 207 U de varios remedios q En él hizieron, ahi Me- Ú dicos; como Cirujanos, declararon G (umal feaviareduzidoá una elpecie de calérura he- M rica, incapaz de curarle legua reglisde Medi- % cina. Fue el lanto varon á verle: y ea viendo- ' le, dixo: No morirá ete muchacho. Vivirá,y rendrá (alud, porque los Medicos noconocE "el confejo de Dios. Aun no avia acabado de dezitlo, quando elenfermoempeco d mejo- y yar, y luego fe fintió bueno, y lano de todo punto, - | | | Mario Matheo,mancebo de quinze años E de la iluftre familia de los Matheos,etava tan "alfin de lu vida, que delauciado de los Medi- cos, le aviá ya dado la Uncion, encomendado el alma, y le prevenialo neceflario para el enticrro.Llegó entóces á el el licrvodeDios, y poniendole la mano [obre lacabega le dexó fín hablar palabra ninguna. Preguaró en el caminoá (u compañero: Hermano, q juz g3s ¿dela enfermedad de M rio? Refpondióle: Que he de juzgar? Tu mepreguntas por us muerto: que el mas lo eltá que vivo. $. Felix L lereplico: No digas tal: cl mancebo vivirá, y alcancará perfera lalud ¿pero tu nolo delcu brasá nadie. Fuécola digna de admirac:or! Que elenfermo ya en los umbrales delama- ' €re, al punto que el fanto fc aparto delim- HS | p:go

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