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de Cantalició.Cap. 212 105 | mentefantá de la eofermedad. Subid A ver el ) enf<1mo, y llegando'é á cl le h zola mima pregunta, diziendole:.El Señor [ea con tigo, * ye | Proípero: Como te hallas? Mal re[pondiócl; porque elte capital enemigo,que tengo en mi enfeimedad,no me quiere dar una hora de tre- gua. A que Sán Felix le replicó: Profperono delmayes,que al fin ha de [ucederte profpera- mente; y fi el malte niéga las treguasq tu lé pides «Dios con fu virtud le coofundiiá, y te lsbrará de fu poder. Puíole la mano (obre el ombro en (eñal de amiítad, repitiendo perp e- Ituzmentelas palabras que le acabá de referic con queel enfermo le alentó de manera, que Mlotava de gozo. Dexole con efto el fiervo de Dios, y faliendofe, apartó álamuget, y la di. o, que la falud de fu marido, feria por pocá impo, y moriria con brevedad. Ambas co- fas Iucedieron puntualmente. Porque el en- ermo lano luego del mal que tenia,y antes de in mes le lobrevinó otro mas peligrofo,de q murió, cófirmado la profeciadel lanto,á quié ¡Ja mager avia dado tan firme credito, G quá- ¡do mjrava á (u marido en aquel breve termi ¡no q. vivió deípues de la convale[cencia, tra- ¡far de las negocios enla ciudad, la parecia, á Mirava tratarde negocios á un hóbredifúto. y No fue muy diferente lo que le palfo con t Ei . lami-

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