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| | e .. | de Cantalicio.:Cap.19. 187 capitulo antetedente. Porque lus extaíis eran ran continuos, que otros muchos Religiofos los averiguaroa con curiofidad igual á la de - fé Fíancilco, aunque el modo de entrar en el apro no era liempre uno.Tal vez. en pronun- ciéndo algunas palabras de Antifonas,Ó Evá, gelios, como vimos arriba, Ó en invocandoel ombre dulciffimo de leíus, le arrebarava un iru can vehemente, q fe llevava el cuer» O tembien tras (1 4 pelar de lu gravedad, y le dexáva pendiente en el ayre. Delta manera orando en la Igleíia uña noche,emperdá pro, punciarelnomhre de lefos en vozalta, con tan gran fervor, que un Religiolo, que le ef- tava azechando, elcondido ,emperó á reblar con notable elpanto , y defpues temb!ó mas, quando vió que corriendo el varon bendito dgide la mirad dela Iglelia, halta el Altar del Santifimo Sacramento, le previno con tal a- féncia el celeltaal efpiritu,que antesque pu. diefi hincharlas rodillas en tierra, le arrcba» 10, yo fe fuelevantando del íuclo hafta igua- lar fa extremidad de la rexa,que cerrava la Ca- pulá meyor. - Otras yezes pueltos enel Cielo los ojos, diziendo: 0 señor, o Señor, y 2madiendo unas vozts moarticuladas, que mientras menos (e Pricibian, declarayan-mas [lu gozo interior, :. “Ua z A : y los