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Es de Cantalicio.Cap. 18. 13y gue (e le ponia delante. Si:bieñ el recogimien ro interior que traia, no le eltorvavacitratar los negocios en el modo que era decente, (e- guo la calidad de cada uno [circunflancia dig- na de ponderacion, por fer finmgular. ] Pregun- randole un dia ai cierto Religiolo de los au- eftros, comoera pofíible, que entre los diver» timientos inumersbles que le le ofrecian miá- as andava porla ciudad, perleverafíc tan re. cogido en Dios, que nole cxteriorizafíen las pecies de las colas vifibles,que era fuciga entrar por las ventanas de los lentidosal alma, y mas fiendo tan varias, y tan frequentes, le relpondió: Hermano, todas las criaturas que le nos pueden proponer a la viíta, fi las mira- mos con ojos puros, como Conviebe,no ay duda, que lon unos eícalones por dondcel al- ma va (ubiecndo,y acercando(e a Dios, ya para alcancar mas claro conocimiento [ anuque fiempre es corto, y obícuro] de fu grandezás y ya tambien para adquirir núevo incendio de £aridad, con que abragirfeon amor foyo. De uste (gue, que noes la.diverfidad de los ob- JEtOS que fe ceprelenta la canía de que el aní- mofe diltrayga, fino fu falta de pureza, Ó de- £uydado, con que dexa de contemplar ¿Dios en los miílmos objetos. Refpuefta de que fe solize con facilidad, queel varon de Dios le Ss EE AA