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de Cantalicio! CAP.14. 58 - ejadelos demas. Porque ¿el íolo es el que en* feñalaperfcta juriíprudencia, el que declara las mayores dificuitades, y el que deffara das mas eotedades queftiones. Al miímo Be roar- dino Biíeia, endo ya juez, fue á vifitar en o- tra ocañion: y mientras eftava hablando con el un Cavallero, cuyo pleyto avia de deter- minar brevemente, porque ya le tenia vito, lcembió un bezerro con un criado. Acaéció que el bezerro dió algunosbramidos. Y oyé- be Felix, dixo al momento: Guardate Bernardino, guardate. Porque eftos bramidos del becerro, que fon, fino unas vozes mudas, ano que bien claras, que te piden la lentencia en favor de quien tele embia? AÑ leadyirtió por via de gracia fu obligacion: y 21 la adver- tía tambiená otros, configuiendo con la ad- vertencia mucha correccion de coftumbres. -51alcangava á faber, que qualquier perío- ña queria vilitar las ere Igleas pordevoció, le iítruia en el modo de vyifitarlas con pocas, os gtaves razones, diziendole las palabras - Migumentes. Hijo.mio, quando: £ucresá vifitar | lasiglefias fagra des , no has de. llevar ojos has Que para La el camino, ni entendimiento - Más que parE ento celeis! da Da te, 5 tierra, C4.torgzon al Cielo. |Algunos di o ancod la? que de Navidad 3a Á : Solía q. Ls s € SES

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