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| | de Cantalicio.Cáp.ro. 101 detfalmanera, que no parecian aberturas fina heridas muy grandes, fegua la langre que có- Ainuemente vertian. Y que medicina dirá el Leéttor que lasaplicava ? No mas que cofez fusextremidades,con una ale(ma, y un cordel .enfebado al fuego, que añadia dolorá dolor, - gcniendolo por medicina faludable, y fuave, - «como le ocafionava el exercicio de la pacien- - cia,y fiendo tan enemigo de fu comodidad, y dedaralivioá4 (u cuerpo en nada, que fobre - (uitarle quanto le podia fer de deleyte, le foli- cirava quanto le podiafer de aflicion.Dezian- Je, y bien lo labia €l, que el rraer los pies lim- pios era eficaz remediode fus achaques: mas para reduzirle 4 que lo hizicfTe, era menclter otro remedio mas eficaz. Una vez fe juntaron ciertos Religiofos mocos, Eftudiátes de Teo- -dogia, y cogiendole en pefo, y teniódole unos, y lavandole otros, ultimamente le dieren-un ¿baño en los pies. Sonrciaíe el fanto viejo: y em acabandole el lavarorio, y viendofe libre de 1us manos, les dixo: Queces lo que peníais, q aycis negociado con un trebajo tan ocioío, $ inutil? No fufrirao muchotiempo mis pies la Tímpieca, en que aora le miran, porque la in- mundicia es el adorno, que masls agrada. Con lo qual fe fue luego ¿ meter los pies en el ¿dodó, mortificando el guíto de a E MS. g2 A ¿Cil

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