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a2 sar lo que es del Cesar; wuniendo’ en una persona soli- taria en perfecta combinacion la soledad con la multitud; & Maria con Marta, y 4 Moyses.con Josué, jugando la . espada sin dexar de elevar las manos al Cielo: es cor- dero 4 la voz de la campana, y leon al eco del clarin, como §. Raymundo de Fitero. Ah! presentaos aqui Gregorios y Agustinos; Geréni- mos y Chrisdéstomos; Domingos y Franciscos ; Basilios y Anselmos ; Buenaventuras y Antonios; Tomases y Es-~- cotos ; Belarminos y Suarez ; Bernardinos y Lorenzos de Brindis ; Xavieres y Solanos ; Raymundos y Capistranos; -Molinas y::: pero, gcémo numerar las estrellas del cie- do, y contar las arenas del mar? Hable por: todos, y salga de las soledades del Castafiar y Salzeda aquel he- réico ciudadano Cenobita, el V. y Emmo. Cardenal Ar- zobispo de Toledo, Gobernador de Espafia y conquista- dor de Oran, Fr. Francisco Ximenez de. Cisneros ;_ yea ai el Farisaico Jansenista, y lea el falso filésofo , como el iniquo censor del Regular, entienda digo el Juez de Cortes y policia la compatibilidad del solitario .con la’ turba; 1a combinacion de lo religioso con Jo ciudadano. -A-decir verdad , Sefior, en vista de tan innumera- ble , multitud de hombres ' Aseéticos, y de heroismo Re- t gular-en medio de los pueblos, se hace--preciso..confe- sar, que el enemigo y perseguidor del. Monacato baxo ; ‘ Ja supuesta capa de virtud en aquella expresion de, qué tiene que hacer el solitario entre la turba; quid facit in F turba, qui solus est? se desentiende , 6. no quiere enten- der lo que es verdadero :espiritu, ni el sentido genuino Ht y propio. de aquella sentencia sapientisima, del P..,S..Ge- tt s6nimo. Este méximo.Doctor , y bien prdctico Asceta en | las vastas soledades de Siria, jamas entendié. por turba | refiida con el solitario la comunicacion verbal y doctri- te pal.en beneficio de la Iglesia y del estado. de los fieles, iH por.cuyo beneficio y salvacion se did al estudio de las oosgye re 7 . Hh lenguas , en especial de la hebrea; escribia, velaba, i viajaba de ciudad en ciudad, y de reino en reino. ; Buenos testigos son S, Paulino, S. Epifanio, S. Agustin,