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3 Estiende la vista , Catélico , por aquel arbol sagrado de la Cruz: mira aquel divino Racimo, que esprimido en la prensa de tus culpas, despide corales dulces de licor precioso, que solo el mirarle, sera el remedio de iu vanidad , fantasias , y descuidds. ‘Adyierle, Catolico, aquel retablo de penas, labrado con los yerros de — tus culpas. Siempre que el Cristiano peca, di- ce San Pablo, vuelve a erucificar al Hijo de Dios, Asi lo mostré Cris— io Sefior nuestro 4 Santa Brigida, 4 quien se le aparecid crucificado, des— pidiendo ‘sangre reciente de las Nagas, _ le dijo: Mira hija, cuanherido es— toy. Y preguntandole Ja Sania, que © quién habia renovado sugllagasé Le * tespondié que los Cristianos consus | tulpas.O Catolico. Y cudntas veces | habrds lastimado 4 ta Dios! ¥ pues