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EL CORDON SERAFICO /.—Preliminares. En 1182 nacia en Asis (Italia) un niño a quien sus padres, Pedro Bernar- done y Pica, dieron el nombre de Francisco. Aunque sin mancillar su inocencia, se entretuvo en la ¡juventud en vanas diversiones, pero llamado por Dios se entregó a una vida de admi- rable imitación de Jesucristo, principalmente en la pobreza y en el apostolado, llegando a ser la imagen más fiel de Jesucristo y el más exacto ob- servador del Santo Evangelio, como dicen Bene- dicto XV y Pio XI. En 1224 le imprimió el Señor las Sagradas Llagas en el monte Alvernia, murió el 3 de Octubre de 1226 y fué canonizado el 16 de Julio de 1228. Su predicación evangélica y el ejemplo de su vida santisima suscitaron entre_los fieles deseos vivisimos de seguirle. Por eso fundó dos Orde- nes religiosas: la de Frailes Menores y la de Cla- risas; y para los seglares ansiosos de perfección cristiana instituyó la Orden Tercera de Peniten- cia, Pero muchisimos, viendo que no podian en- trar en ninguna de las tres Ordenes, por devoción al gran santo y por imitarle quisieron ceñirse con su cordón bendito. ll. —Historia dé la Archicofradia del Cordón Seráfico. La devoción al Cordón Seráfico em- pezó, según la tradición, con Sto. Domingo de Guzmán, a quien el mismo S. Francisco ciñó en Roma el cordón como señal de hermandad entre las Ordenes de Predicadores y Menores. Al fin del siglo XIV esta devoción era popular, tenién-
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