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JS VASCO E no.os” quepa la menor duda: entre ver a Euzkadi en el pleno ejercicio de sus de- rechos, pero apartada de Cristo, y verla como, en 1931, pero fiel a Cristo, el Parti- do Nacionalista Vasco aptaría por lo se- gundo. 94 Luego, ¿o mienten descaradamente, o ¡g- noran lo que se traen entre manos los que en nombre de la religión y de la pie- dad cristiana combaten al nacionalismo vas- co? Muy bien decís; y... haré yo también una disyuntiva: O: hay que desenmascarar sin piedad a tales pillos, o hay que escu- char con compasiva sonrisa los dislates de semejantes necios, os ¿Cómo recibieron las doctrinas de Ára- na-Goiri sus compatriotas? —Algunos po- cos con ardoroso entusiasmo y-la mayoría con glacial indiferencia, y muchos tildaron a su autor de loco,' visionario, soñador, utopista y acometedor de imposibles, . 96. Y el Gobierno de Madrid, ¿cómo -se portó con él? —Como era de esperar. Co- nociendo la trascendencia suma, el alcance _Ínmenso de las enseñanzas de Arana-Goiri, quiso ahogarlas en las aguas de la perse- . cución. Supresión de periódicos nacionalis. tas, cierre de círculos, procesos continua= dos, encarcelamientos injustos, ataques fu= ¿ sibundos en la Prensa y en el Parlamento;
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