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Serafico. 267 cianos , y que trabajan en el Confeso- nario , haciendo , que los nuevos, Y los que no confiesan tanto, arrimen el hombro, segun pide la caridad,y equi- dad. Ni jamás por dar alivio al Relí. gioso , ha de permitir el Prelado falte en nuestras Iglesias aquella asistencia tan debida 4 los fieles; pues los Capu- chinos (mas que todos) somos deudo- res 4 los devotos: y asi debe cada uno considerarse su Capellan perpetuo, pa- ra decirles Misa 4la hora, que les aco- mode ; pues ellos le mantienen con sus Jimosnas. Parece razonable , y aun de- bido de justicia , no faltar á los devo- tos en esto poco, que nos piden, y en que podemos servirles. Y para quitar las dudas, que puedan ocurrir en quan- to 4 la antiguedad, para decir Misa de tabla en los Conventos fuera de Ma= drid ; declaramos, que esta antiguedad no se debe entender colectiva á muchos dias, sino restrictiva á cada uno: esto es que cada dia, que baya tabla (aun- que sean muchos consecutivos) la. han de decir los que en aquel dia hubiese mas nuevos en el Convento, aunque el dia antecedente la hayan tambien di- cho , y la tengan que - decir el dia sim guien-

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