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Serafico. 181 apel en dicho sitio , diciendo , que el que le hubiere perdido , acuda á el Prelado. CAPITULO LIV. De la obligacion del Portero. 1 Par satisfacer 4 las muchas, y graves obligaciones, que sobre si, tie- ne el oficio de Portero , se requiere un Religioso de no vulgares prendas: ha de tener mucho espiritu, gran pa- ciencia , prudencia, discrecion, y mo- destia. Todo esto , y aun mas se; ne- cesita para este oficio. El Portero es ( comose dice ) la muestra del paño, por la qual todos los que llegan á la puerta, califican la observancia, Ó inob= servancia de toda la Comunidad; pues presumen, que qual es la muestra, tal será la tela; y por consiguiente, en- contrando á la puerta un Portero im- prudente , desatento, y poco mortifi= cado , juzgan , y no sin, razon , que los demás tienen estos mismos defec- tos , y ván escandalizados, mormuran- do de todos los Capuchinos”; "por un M3 Por-

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