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Sermon de Sen Antonio. 53 etro Querubin á la entrada del Paraifo , para impedir el palo a 1ós etrorgs nuevos, y lepultar los antiguos. El- te fue el objeto de los Phelipes , teniendolo por. princi- pal blafon de la Corona , porque el zelofo Monarcha, mas qué todas Tas riquezas y debe apreciar lmobíervan= cia de la Ley Divina. Asi lo enfeño David. (73) bita ha fido fiempre la gloria de nueítro Reyno. Elta la que hizo tan, plauíibles á todos:los Elpañoles; y pues no pole- mos negar [er hijos de tan nobles Padres, Grva la me- moria para encenderiennueftros pechos la luz de, tanta gloria apagada. Arda en nueltros corazones el zélo de la Religion, para que (e renueven aqueilos triunfos mar- chitos : arrojemos de mueltros afeítos todo lo que [ea el- traño , paráque glotificando al Cielo ¡en elte dia”, buels: va el Cielo por nueltra honra: Refncite eo nofotros la entereza , la circunfpeccion , la modeftia , y las de» más virtudes”, para que merezcamos por ellas nueva gracia , y por la gracia, la gloria. : Ád quam y Oc. Kg -— SER+ (73) Dilexi man diia tua /16- Per aurumy O topacium Pio

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