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nn 5,0 PR en — A AANMN De San Antonio. 347 talmodó mazerófu carne en-el Defierto,byo!1- do fobre rado: lo criado , que parecia haver dexado de fer Lo que era , y transformadofe en otro de el que parecia. Dudaron los Montañe- fes quien feria Juan: Quis patas puer ¡Ne evito Pero yá confellaban, que era hombre, y- que era niño entonces. Pero San: Antonio es tal, que quando mas le:miramos, es quando meños le conocemos. Ignorar lo que ferá el hombre con ciriempo ,no es mucho ; pero ignorar lo que actualmente es;esprodigio ral,que portal prodigio ferelervo para elpecial gloria de San Antopio, Quien es efa,preguntan los Angeles, que fube como vara de humoexalada , de in- cienfo, myrrha,y otros olores? Solo nombra al incienfo, y myrrha, en que eftá la mortifica- cion, y devoción, figura de San Antonio, efi el Defiertosy el no conocerlosAngeles á quien 'eftánmirando ,es prueba de fer un gran prodi- digio. Afsi fucede con San Antonio. Vemosle cacrenla tierraá fuerza de lu flaqueza, nacida de la fangrienta penitencia que practicaba: Veémosle bolar:porlos'ayres á fuerza de los raptos en que fu-efpiritu queria enagenarfe defu Cuerpo : Vemosle fufpirar en tan amo. rolas quexas , que. tenia ive á todas las criaturas. Y dudando “fi era hombre , fi era Angel, dera Ave, nadie podia determinar el juicio a-lo que miraba en el objeto, Era hombre en el cuerpo, Ave enla voz ,y Angel en elbuelo. Era hombre,como Juan, embiado por Dios-al mundo, y en efto fe declaraba An- gel como el mifmo:Ecce ego mito Angelum menm, Era Ave, quedefpuesde llevar la voz, y punto del Bantiftaen el Defierto, difpuío en la copa e Cant. 3 pU6,