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Marc: dulces voces en la muerte amarga 5 pero morir por cantar, es bulcar las amar» guras de la muerte cn las dulzúras de la vida: aque- llo es endalzurar lostor= mentos ; efto es, acibarár los regocijos. La Mageltad de Chriíto canto el hymno quando conoció (u tranfi- to:bymno ediétoexivit Pero no contento conefto, dice el Sagrado Texto, que pala sd adelante. Procefsit. Di. rigió fu «muíica al Huerto de Gerhfemani, donde ha. via de comenzar á padecer; porque le pareció poco can tar Hymnos, por ver que (e acercaba lá muerte; y afsi prolfiguio alo más ,queera buícar la muerte,que hicief fe mas fúnebres [us Hym- nos. Porquelo primero,era Solicitar dulzuras en las pe- nas;lo lfegundo, buícar pe» nas en lasdulzuras:aquello cantar. como moribundo Cifne:efto penar como Phi- lomenaamante. Philomene amore languentes, Por eflo dice el Sagrado Texto, que lo. miímo- fue entrar en -aquel Huerto,que lobreve- nirle una melancolica trif- teza.Capit pavere, O" mef- 14.verle tus efe: Porque lo mas al- 33 sto de fúmuácaeltaba;, en “buícar dentro de fus mayo- LA CATHEDRA DE MUSICA: por morir , es apétecer 245 res delicias las mas altas amarguras. Haviendo viíto co- mo la voz de Philomena dulce, esen la muíica del amor la mas fubida ; y que los, primores de efta ave conáilten, en cantar ácom- petencia : relta faber cont quien tuvo competencia $. Antonio, para acreditatíe dulce Philomena.Y alsidi- go, que tuvo la competen- cia con el Niño Dios, en dos ocañones. La primera, quando le tuvo en fusbra- zos. La fegunda , quando Sacramentadolorecibio en fu pecho. En la primera, yd diximos quan guftola cra para el Niño la competen- cia de Anroniozpues le gra. duo con la gloria del Efpi- ricu Divino, y gloria ati, Antonio mio.Pues al modo, que el Niño Juan danzó en el vientre de fu madre, quando oyó las dulces vo- cesde la dulcifsima Ave de Gracia.Ex quo falta efi vox Jalatationis tue in auribas meisexultavit infansin ute- ro me. Aísi San Antonio, con lu voz, hacia danzar alegre al Niño Dios en (us brazos. En la fegunda, ve- rémos la competencia con no menor elogio. Quando cl Evangelifta Juan dice, que la mufica_ del amor de Qi Chrils veríi4t. Luc: Te