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242 SERMON IX, fe alcanza ; porque cfta fue la deftreza de San Antonio, haver eftado callado , para cantar defpues tan alto. Us melias sanam, $ Pero oígamos lo que canto la Efpoía al precepto que Salomonla pulo.Haye, amado mio, como los ve= * loces cervatillos, fobrelos Cant. 8, verí. 14 móntes de los aromas. F4a. Et dilecte mi, afsimilare ca- pree binulloque cervorum, Juper montes aromatum. No me detengo enla explica- cion del Texto. Solo diré, que eftas miímas voces fue. ron las de San Antonio, ha. blando con el filencio. Re. tirate, filencioamado, re- tirated losmontes, retira- 1e á las fieras; y aun podie” raañadir, comunicate A las aves, vuela por eos áyres, halta el Cielo. Fuge, dileéte mi. Porque era tan Ífuave la mulicade Antonio, que para que el hablaflc, esa pre cilo que roda humana cria. tura enmudecicfle, Retire» fe el lencio quando el pre- cepto obliga a que hable S, Antonio ; pero efe flencio vaya d los montes, corrad Jos valles, fubaal ayre, y ocupe ¿todo el mundo,pa- ra quelasaves, las fieras, y los hombres enmudezcan quando vá ¿cantar efte Cil ne prodigicío; porque al q Pa EN QUE SE ABRE oírlas voces de tan dieltro; y fuave Mufico, es preci. lo, que enmudezca todo el mundo. Fuge, dilecte mi. PUNTO V. 1 S el quarto ele= mento, en que San Antonio acreditó (u voz, el fuego 5 porque def= engañado yá, de que no era voluntad de Dios palfafle á la corona del Martyrio,co= menzo el amor,en quee abrafaba vivo, ádefpedir tan alcas llamaradas, que dá no haver refpirado en las voces de lu ardiente zelo, huviera fallecido al impetn de fu amoro/oimpulfo. Ef. ta era la enfermedad habia tual, de que fiempre Anto. nio adolecia; y como no havia. remedio para tan gra we accidente en las Boticas de efte mundo, fino [ole en el hoípital- del amor de Dios, entrabacomo la El. poía amada á manifeltar (u herida. Amore langueo, Pe» rocrecia mas con el temer dio,que aplacaba,y aísi era dulcifsima Philomena, quan to mas enferma, mas ca- nora. Por eo: Íe retiro al Defiertoralgunos meles 29 res demorir; porque el fue. «go del divino amor, en que fe abralaba el pecho, san Cant.8 verí. 5.